Gilda
Con su delicado erotismo y algunos hits oportunos (a esta altura, verdaderos clásicos), en apenas cuatro años de carrera se convirtió en una estrella de la música tropical. Murió en 1996, joven y en su apogeo como artista, en un accidente vial, momento en que el hada bailantera devino santa popular. Su culto mezcla los brillos del espectáculo y la tradición milagrosa.

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Por María Rosa Lojo
Fotos: Silvio Fabethant - Marcelo Arias y gentileza Magenta Discográfica

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Miriam Alejandra Bianchi o Gilda, "El angel de la Canción" o "de la Movida Tropical", nació un 11 de octubre de 1961 en una familia de clase media de Villa Devoto, en Capital Federal. Se ha repetido muchas veces que Isabel Scioli, su madre, admiradora de Rita Hayworth, quiso anotarla con el apelativo del personaje más famoso interpretado por la actriz, pero se lo impidieron las restricciones del Registro Civil. Como muchas niñas argentinas en similar situación, tuvo entonces, dos nombres: el que figuraba en los documentos y el otro, con el que la llamaban en su casa. La nena repetía así, la historia de la estrella favorita de doña Isabel. Después de todo, también la legendaria Hayworth había sido bautizada primero de otra manera,como Margarita Carmen.
Ni Margarita ni Carmen fueron en la vida real mujeres fatales. Y Miriam/Gilda ni siquiera sobre el escenario. Su delicado erotismo, las letras románticas de sus canciones, su imagen de ángel coronado de flores, la alejaban decididamente de los estereotipos voluptuosos encarnados por otras divas bailanteras.
Tanto a Margarita como a Miriam les fue dificil la felicidad en el amor. La larga vida de Hayworth eslabonó una serie de romances fugaces y fracasos matrimoniales. La breve de Gilda, después de un temprano divorcio, parecía haberse remansado en una segunda pareja con Toti Giménez, su representante y, según el relato biográfico que ella prefería, antiguo amigo de la infancia. Para otras versiones, Gilda habría conocido a Toti recién cuando, atraída por un aviso, fue a probarse...