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Prensa sobre 

Gilda

REVISTA: Tv & Novelas

TITULAR: EL MILAGRO DE GILDA. La increible historia de la cantante que el público idolatra después de muerta
FECHA: 1er semestre 2007

PAÍS: ARGENTINA

EL MILAGRO DE GILDA

La increible historia de la cantante que el público idolatra después de muerta

El milagro de una canción

Cuando todavía resonaba el amor de los miles de fans que acompañaron los restos , algunas personas que habían estado cerca de Gilda en los últimos tiempos comenzaron a sentir una angustia extraña. Pese al dolor, y al temor de que Toti (sobreviviente del accidente y todavía hospitalizado) no pudiera recuperarse, sus colaboradores creyeron entender que esa pasión que movía a su público a pedir sus temas en las radios y a comprar su compacto tenía un sentido.


Cuando recobró el conocimiento, en la cama del hospital, Toti recordó que Gilda había cambiado la letra de uno de los temas del demo que registró provisoriamente en su casa, y que seria parte del nuevo disco que iban a grabar.
Vagamente recordó algunas de las palabras de un tema en especial que Gilda tenía terminado pero que aquella tarde en su casa decidió cambiarle la letra. Toti recordó, también, que el cassette estaba en el ómnibus en el que chocaron.


Entonces Reynaldo Lío, su representante, fue hasta el lugar del accidente y milagrosamente encontró la cinta, maltrecha, tirada en la banquina. Reprocesados con moderna tecnología, los cinco temas que dejó Gilda forman parte de Entre el cielo y la Tierra, el nuevo compacto que es su legado.

 

No es mi despedida

Quisiera no decir Adiós, 
Pero debo marcharme. 
No llores, por favor no llores 
Porque vas a matarme. 

No pienses que voy a dejarte 
No es mi despedida 
Una pausa en nuestra vida 
Un silencio entre tú y yo. 

Recuerdame cada momento 
Porque estaré contigo 
No pienses que voy a dejarte 
Porque estarás conmigo. 

Me llevo tu sonrisa tibia 
Tu mirada errante 
Desde ahora en adelante 
Vivirás dentro de mí. 

Yo por ti volveré 
Tú por mí, espérame. 
Te pido… 
Yo por ti volveré 
Tú por mi, espérame. 
No me olvides… 

Inolvidable

Como Elvis o Gardel, como Lennon o Selena, Gilda parece estar destinada a ser uno de esos ídolos cuyo trágico destino convirtió en mito. Porque su muerte, como bien reza el epígrafe en la caratula del compacto que recrea su obra postuma, "...no es una ausencia sino un cambio de presencia". 


Presencia que se hace cada vez más tangible por la forma en que se ensancha su legión de seguidores, que  siguen comprando sus discos, que bailan cada vez más sus canciones, que piden sus éxitos en las radios. Y, fundamentalmente, porque cada vez que recorremos la historia de su vida, encontramos más sentido a sus premoniciones.

VIVIR A FULL

Miriam Bianchi (Gilda), nació el 11 de octubre de 1962. En su intensa vida, siempre pareció estar un paso adelante de su destino. A los 4 años ya sabía leer y fue por eso que su madre la anotó en primer grado. Adelantada con respecto a sus compañeritas, a los 16 años terminó el secundario y se metió en el magisterio, aunque tuvo que repartir su tiempo entre el estudio y el trabajo porque la enfermedad de su papá, Omar, poco menos que la obligó a convertirse en el sostén de su familia. A los 18 se casó y luego llegaron sus hijos, Mariela y Fabricio. Tenía trabajo, su familia armada y una vida hecha. Pero todo cambiaría con la reaparición de un viejo conocido.

AMOR ETERNO

"Toti Giménez pasaba en mi casa - contó Gilda en un reportaje en la revista Alegría- Tocaba el piano con mi madre (Tita), quien daba clases en el mismo living de la casa mientras yo jugaba.

 

Inolvidable

La tragedia truncó su vida en el mejor momento de su carrera, cuando tras años de lucha conseguía su lugar en la movida tropical. Pero lejos de olvidarla, su público acrecienta el fervor luego de su muerte, pidiendo sus temas en las radios y agotando sus discos. Hoy quienes estuvieron cerca de ella recuerdan que "parecía presentir lo que después pasaría y fue sembrando mensajes". Tal vez eso explique el por qué de ese corazón valiente que no deja de latir y conmover a la gente.

 

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